Hoy nos hemos reunidos con Carmen Maín, una de las artistas
que participa en La Sala de Excluídos ,
proyecto que Urban Side coproduce con
el colectivo Sin Animo de Nombre y
que tiene lugar en la librería Fuentetaja en calle San Bernardo.
Carmen es una jovén artista, cuya obra encaja perfectamente
con la filosofia del proyecto: tomar el arte de
academia como tesis y el arte contemporáneo como antítesis, marcando nuestro
momento como el comienzo de la síntesis.
Carmen, cuentanos como
te acercaste al mundo del arte.
Mi madre es pintora, pero no cogí un pincel hasta que entré a
la carrera a los 20 años. Después de un año de arquitectura entendí, que de los
planos, lo que me gustaba era que quedasen bonitos, me daba igual si luego las
construcciones se caían o no.